El
dolor, es un sentimiento que te rompe en mil, que si ya estas roto es como si
te volvieran a pisotear, que te duele el doble cada vez que vuelve, que te
hunde y te ata una piedra que te mantenga en el fondo quieras o no, en resumen,
algo normal para los ya acostumbrados.
Hay
mil tipos de dolores, el dolor físico suele ser el de menor importancia, tan
sólo es momentáneo, un momento de malestar, tal vez unos días, pero no más. Lo
puedes encontrar de mil formas, de una forma o de otra se puede es fácil
lograrlo, pero las razones no suelen ser siempre razones de peso, o algo que puedas
decir, se lo ha merecido, y otras veces simplemente, te las llevas por tonto
por proteger gente que no merece la pena pero aun así aceptas llevarte una
paliza por ellos, porque para ti valen la pena, o por defender lo que tú piensas
dándote igual todo lo que se te pueda
venir encima o a las repercusiones de defender algunas cosas, puedes llevarte
palizas o dar paso al siguiente tipo de dolor, el dolor que produce el ser
humano y sentir.
El
dolor de un ser humano al sentir puede ser de lo más ínfimo que casi ni lo notes,
pero esta, o puede ser el mayor dolor que te imagines, rasgándote por dentro,
haciendo añicos los trozos que eras con el fin de no permitir que vuelvas a
crecer, salir del pozo, e incluso en ocasiones este tipo de dolor te lleva a
simulados paraísos más y más oscuros, como el suicidio, las drogas… Salidas rápidas
para evadir problemas. Este dolor tiene muchas causas, acoso, ya sea escolar
que se da por niños mal criados por padres que les permiten todo y siendo un montón
de mierda les hacen creer los mejores, o los mas guapos cuando parece que le ha
pasado un rebaño de cabras por la cara y mil cosas así que sacan de quicio y
por no liarla te callas.
Otra
causa suele ser el amor, que es muy bonito cuando se tiene y eso, pero cuando
se va te deja como Roma, en cenizas y ruinas, casualidad que den estas dos
palabras al leerlas al revés, yo diría que no, ya que el amor te puede tener en
el mas alto de los cielos y al día siguiente precipitarte al mas oscuro
infierno dándote tal hostia que no sabes ni como ha llegado pero te ha dolido,
te ha roto, te ha matado. Y ya lo dice Calero en su canción Nuestra última
canción “Que la bestia no es bella cuando bella ya no está” y en ocasiones sucede,
que porque la otra persona sea una completa gilipollas te sientas tu culpable y
tu única culpa sería intentar que esa persona que querías cerca, se quedara
ahí, a tu lado, acompañándote, no forzada como pasa en casos de violencia de
género porque eso no es sentir, si de verdad la quieres… te vas a romper en mil
trozos cuando se vaya, vas a llorar, gritar, maldecir, encerrarte en ti mismo,
vas a sufrir y mucho.
Este
dolor aparece en otra fatídica ocasión, la cual nunca nadie quiere vivir y es
cuando sufrimos la pérdida de un ser querido, este dolor emocional, estas heridas
que nadie ve, pero duelen mucho mas que un disparo, o cualquier otro tipo de dolor
físico. Este dolor provoca que deseemos irnos junto a esa persona si era de los
más cercanos a ti o que nos encerremos en una coraza de frialdad y estado
anímico depresivo de no socializar, de evadirte de todo en cuanto tengas ocasión,
de encerrarte en tu cuarto y no querer salir hasta que todo hay acabado, pero
es entonces cuando debes demostrarte a ti mismo que eres fuerte, que venga lo
que venga vas a romper con todo lo que se te cruce, que por mil veces que te tumben,
te apaleen, te desgarren, te humillen, eres fuerte, eres humano y es de humanos
tener miedo, es de humanos sentir, pero es de valientes seguir a delante con
todo, y demostrar al mundo que no estamos aquí para sufrir si no que estamos aquí
para vivir.
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